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El vegetal de la discordia: ¿qué impacto tiene una dieta vegetariana en el atletismo de fondo?

Un metaanálisis (DOI: 10.19080/JPFMTS.2018.03.555616) sugiere que compaginar una dieta vegetariana con el atletismo de fondo de alto rendimiento puede ser perjudicial para las mujeres.

Por Felipe Garrán - @Felipao_1998

Cruzó la meta en cuatro horas, 53 minutos y nueve segundos (4:53:09). A su espalda, 42 mil 195 metros, o lo que es igual, una maratón. Delante de ella, ninguna mujer. Por encima, en los registros históricos, tampoco. Fiona Oakes, nacida en Essex (Reino Unido) lograba, a sus 44 años, el récord Guinness como la mujer más rápida en completar el Maratón del Polo Norte.

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Un participante marroquí durante la Maratón del Polo Norte en su edición de 2016. Foto: Wikimedia Commons

Aquel 13 de abril de 2013 el termómetro llegó a marcar los -30 °C en la Base Polar Barneo de la Sociedad Geográfica Rusa, a 37 km del Polo Norte geográfico. Desde entonces, ninguna mujer ha sido capaz de mejorar la marca de Oakes en el llamado “maratón más frío del mundo”. Más allá de su edad, hay algo que resulta curioso en el perfil de atleta de la británica: es vegana.

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De acuerdo con la Unión Vegetariana Internacional (UVI) el veganismo es una modalidad de vegetarianismo que excluye de la dieta diaria cualquier clase de carne o producto que provenga de los animales; o sea, además de evitar las chuletas, por ejemplo, la leche, los huevos y la miel también quedan apartadas.

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Para tratar el tema no nos centraremos únicamente en los veganos, sino en los vegetarianos como concepto más amplio y permisivo. Estas son aquellas personas que excluyen de su dieta toda carne animal.

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La pregunta es: para un atleta de fondo de alto rendimiento como Oakes, ¿esto supone una ventaja o una desventaja?

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Atletas participan en la Maratón de Londres. Foto: Pixabay

De la pista al laboratorio

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En mayo de 2018, el doctor Benedikt Gasser, del Laboratorio Suizo de Salud y Desarrollo de la Universidad de Berna (ubicada entre las 100 mejores del mundo en ciencias de la salud según el Shanghai Ranking) publicó un metaanálisis sobre estudios que buscaban comprobar la incidencia, positiva o negativa, de una dieta vegetariana en el atletismo de fondo de alto rendimiento.

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Gasser se basó en 76 estudios distintos relacionados con la actividad física y la decantación por una dieta vegetariana, motivado por el “boom” de esta corriente alimenticia.

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Situación de hierro

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Existen alrededor de 40 nutrientes que el cuerpo necesita pero que no puede producir por cuenta propia y que, por lo tanto, han de ser ingeridos. Estos se dividen en proteínas, lípidos, vitaminas, carbohidratos, minerales y agua.

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Uno de ellos es el hierro.

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Tal elemento es la pieza central de la hemoglobina, pigmento encargado de captar el oxígeno y distribuirlo en los tejidos del cuerpo.

¿Qué es la hemoglobina? Video: Sanidalia

El ser humano tiene unos caracteres físicos especializados (bipedismo, longitud de las piernas, la no necesidad de coordinar extremidades superiores con inferiores para desplazarse) que le permiten guardar energía y liberarla de forma efectiva en las extremidades inferiores. Con esto, algo impropio entre los primates, logra mantener el centro de masa (punto medio de todas las masas de un cuerpo) estable, además de corregir las variaciones térmicas que implica el atletismo de fondo.

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El más importante de esos caracteres es el eficiente mecanismo de distribución del oxígeno.

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Una de las conclusiones de Gasser es que, por extraño que pueda sonar, podría existir una brecha de género entre atletas con dietas vegetarianas.

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En un estudio llevado a cabo por A.C. Snyder de la Ball State University (centro de investigación de Indiana, E. U. A.) y citado por Gasser, se observó que la ferritina sérica, que es la proteína encargada de almacenar el hierro que luego compone la hemoglobina, es considerablemente menor entre las mujeres corredoras que llevan una dieta vegetariana (7.4 ng por 100 ml de sangre) al lado de las que mantienen una dieta omnívora, o sea, basada tanto en productos de origen animal como vegetal (19.8 ng por 100 ml de sangre).

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El valor normal es de alrededor de 17 ng por 100 ml de sangre.

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Los resultados pueden ser poco contundentes dado que la muestra fue de tan solo 18 individuos, a pesar de que se trabajó con un porcentaje de fiabilidad del 95%.

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Además, el profesor Winston J. Craig, de la Andrews University (Michigan, E. U. A.) concuerda al afirmar que “en situaciones de poca reserva energética (dietas de reducción de peso o alto consumo debido al deporte) es difícil evitar la deficiencia de hierro sin recurrir a suplementos alimenticios”, esto haciendo referencia a atletas vegetarianos.

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¿Cuestión de género?

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Ya que hemos visto la importancia del hierro en la práctica física, hay que hacer notar otro hecho que nos da el Departamento de Salud Pública de Illinois (IDPH, por sus siglas en inglés): las mujeres necesitan más hierro que los hombres, porque pierden cantidades importantes durante la menstruación.

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Así, aunque el metaanálisis de Grasser demuestra que la mayoría de nutrientes de una dieta omnívora pueden ser suplidos fácilmente en una vegetariana, incluyendo las proteínas, tan asociadas a la carne, en el caso del hierro se genera un déficit que,  a la larga, puede desembocar en anemia.

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¿La razón? La baja biodisponibilidad. O sea, que en la naturaleza no hay productos vegetales que puedan aportar los niveles de hierro propios de una dieta omnívora. De hecho, en el caso de los hombres, la compensación no se logra a través de hierro, sino de antioxidantes.

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Los antioxidantes son sustancias que retrasan el daño celular, y las dietas vegetarianas son ricas en ellos, al punto de generar un superávit, respecto a una dieta omnívora, de vitamina C (ácido ascórbico), vitamina E (tocoferol) y betacarotenos, todos ellos tipos de antioxidantes.

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Esto lleva a muchos a consumir suplementos sintéticos, los cuales, como explica este artículo de El Confidencial , no tienen una radiografía científica completa, y su legislación no se cumple al completo.

 

¿Y el caso de Oakes?

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Aunque el récord de la británica es todo un hito del deporte, tiene sus matices.

Ese año, Gary Thornton venció en la rama masculina con un tiempo de 3:49:29, es decir, cerca de una hora y cuatro minutos menos que Oakes.

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Trasladándolo a las pruebas de maratón sobre asfalto, el último de Chicago, uno de los más importantes del mundo, tuvo una brecha de 13 minutos entre el ganador de la rama masculina y la mujer que logró el mejor tiempo.

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Además, la mejor marca sobre asfalto de Oakes es de 2:38, casi 20 minutos más que la 11ª mejor marca femenina.

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El defensa español del Arsenal FC (Inglaterra) explica por qué decidió hacerse vegano. Vídeo: The Players' Tribune

¿Involución?

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Muchos son los deportistas de alto rendimiento que se han sumado a las dietas vegetarianas; desde el fondista alemán Arne Gabius (subcampeón europeo de 5 mil metros) hasta el defensa del Arsenal F.C. Héctor Bellerín, pasando por la extenista Martina Navratilova o el tetracampeón del mundo de Fórmula 1 Lewis Hamilton.

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Sin embargo, aunque el alto contenido de hidratos de carbono y antioxidantes, y la posibilidad de satisfacer las necesidades proteínicas son puntos a favor de este tipo de alimentación, llevarla de forma totalmente natural podría no ser viable, sobre todo para las mujeres.

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Esto se debe, en parte, a nuestro historial evolutivo. Que el hombre haya desarrollado la capacidad de correr en las condiciones en las que es capaz podría ser fruto de las necesidades de competir contra otros carnívoros en la lucha por alimentos de mayor sustento.

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Quizá nuestra habilidad para las carreras de fondo haya nacido en un entorno similar al que consagró a Oakes con un récord con nombre de cerveza irlandesa.

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Cuando todo empezó, habrá sido por conseguir carne; cuando la británica se atrevió a desafiar las estadísticas, lo hizo, en parte, por demostrar que también sin carne se puede hacer.

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Se puede… ¿se debe?

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Algunos de los estudios abarcados por el metaanálisis de Grasser:
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